Todo lo que a continuación se compartirá es a raíz de lo que Dios me mostró, tristemente por lo que mi esposa y yo vivimos en una congregación, experiencia demasiado fuerte para no compartirla, dado que si el Espíritu no nos hubiera dado las fuerzas para resistir este ataque de las tinieblas, y penosa-mente lo digo, porque fue a través de hermanos-dirigentes en la Fe (que amamos mucho aún), creo que hubiéramos perecido a causa de este terrible ataque. Pero damos gracias al Eterno que nos escondió en su infinito Amor y Gracia, especialmente para poder perdonarlos unilateral-mente, a pesar de.
Definición
MURMURAR (definición diccionario RAL):
- Hablar de forma casi imperceptible, manifestando queja o enfado.
- Conversar en perjuicio de un ausente, censurando sus acciones.
MURMURADOR:
Del griego, gongustes, uno que se queja especialmente con expresiones contra Dios, desnudando de esta manera su persistente inconformidad y por lo tanto su llana rebeldía contra la soberana voluntad de Dios, derivándola con los que están sujetos al señorío de Cristo y principalmente con aquellos que lideran.
Revelación:
La murmuración comienza con Luzbel (satanas) en los Cielos y con Caín (hijo de Adán) en la Tierra. No tan solo su ofrenda no fue grata, su actitud fue abominable. Reciba esto como rhema, la cola de Luzbel no arrastro al tercio de los ángeles, sino a causa de "su lengua", es decir, por lo que él murmuro en los Cielos, después de lo que su corazón pensó, hacerse igual a Dios.
Tipología del murmurador = JUDAS
Lazo por los bienes materiales, esclavo de Mamón (1Tim.6:9) y nunca están de acuerdo como se administra la obra de Dios (Jud.10).
Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar:¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella (Juan 12:4,6).
Tres maneras de murmurar: PENSAMIENTO-PALABRA-OBRA
¿Cuál de estas acciones se repitieron en el pueblo de Israel?
De las Escrituras podemos recoger muchos ejemplos, pero todos tienen un denominador común. El pueblo de Dios manifestó queja contra Dios e hizo declaraciones en perjuicio del ausente censurando sus acciones, sean estas de hombres o de Dios, que al fin al cabo llegan a Dios. Es decir la respuesta es que Israel y, hoy dentro de la Iglesia de Cristo, no librándose incluso hijos de Dios, no han dejado de censurar y quejarse murmurando contra Dios.
Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová (Exodo 16:8).
Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? (Exodo 15:24).
Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; 3y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud (Exodo 16:2,3).
Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? (Exodo17:2,3).
El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. 43Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado (Números 16:41,50). SE RECOMIENDA LEER TODO EL CAPITULO 16.
¿Qué opina Dios al respecto?
Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
18 El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
Características y actitudes del murmurador
- Nunca está conforme, por lo tanto siempre se quejan y lo critican todo.
- Impulsivo en casi todas sus acciones, por lo tanto es carente de toda prudencia.
- Son como ratas que muerden y hacen tantos hoyos (Pr.8:13), que si no se les detienen a tiempo, el edificio sucumbirá.
- No puede domar su lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
- Cobardes con piel de cristiano.
- En el caso de los ancianos o dirigentes, cuando alguien les hace sombra, o son inseguros, o faltos de sabiduría y gracia, o faltos de carácter de Cristo, lamentablemente murmuran en contra de la integridad del santo, y abusando de su posición, generan una onda que se transforma en un ola de murmuración dentro del Cuerpo de Cristo a su favor, pero en detrimento de la integridad de dicho hermano (a).
- Su lengua es como un látigo que lacera el alma y sus palabras como golpes de espada.
- Son aquellos que tienen su espada en contra de sus propios hermanos, pero se disfrazan con la mascara de la benignidad.
- No son del ejercito de Jehova, pues no sanan sino matan a los caídos, enfermos y débiles.
- Sembradores de discordia, buscan el momento propicio para lanzar sus dardos.
- Siempre están preocupados de que hace el hermano o no hace, atentos a lo que sucede y hacen los dirigentes de otras congregaciones, no falta quien les lleva "noticias frescas", por eso siempre están "muy bien enterados" de los que pasa en su entorno.
- Percepción de que no lo toman en cuenta y se queja de que no lo aman como a un hermano.
- Curiosamente son los que menos expresan amor Ágape.
- En la boca de ellos no hay sinceridad; su interior está lleno de maldad, sepulcro abierto es su garganta, su lengua es mentirosa.
- Siempre andan con chismes, descubriendo el secreto de los santos, peor aún, de los que están siendo restaurados.
- Es el principal agente de división y enemistad, enemigo de la comunión de Reino entre los santos (Prov.16:28).
- Exigen de los demás integridad perfecta, demandan de todos pureza de corazón, ¡pero ellos tienen sus huesos secos!
- Generadores de peleas entre los santos e incansables turbadores de la comunión.
- Todos están equivocados, pero ellos tienen “la respuesta”.
- El espíritu hipócrita es su compañero, es decir, “yo nunca dije aquello, ¿se te ocurre?”.
- Se agrupan como manadas benignas, pero cuando se aproxima un “extraño” cambian el tema.
- Nunca encajan, por ello son camellos sedientos en busca de oasis para saciar su particular sed.
- Su lengua tiene propiedades incendiarias, capaz de consumir el amazonas.
- No tienen vergüenza y menos honra, su dignidad esta solo en sus intereses egoístas.
- Les encanta ser las víctimas.
- Dicen: “mas de los mismo, nada nuevo, pura rutina”.
- La mentira es su coraza de barro y el chisme su lanza de fuego.
- Son niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina.
- Amantes de las buenas obras, su lema es “debemos ayudar”.
- Verdaderos encantadores que roban los corazones con sus mentiras.
- Temerario de Dios, pues no temen al Juicio Eterno, acumulando ira para el día de la ira.
- Asesinos de la paz del Cuerpo de Cristo.
- Cuervos que usurpan la integridad del discípulo (a).
- Son los que aborrecen (odian) y menosprecian (mirar en menos) a su hermano (a), por tanto son asesinos.
Todo lo dicho anterior está fundamentado en los siguientes pasajes:
El que dice que está en la luz, y aborrece (odia) a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos (1 Juan 2:9,11)
Todo aquel que aborrece (odia) a su hermano es HOMICIDA; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. (1 Juan 3:15).
El chismoso todo lo cuenta; la persona digna de confianza (espíritu fiel) guarda el secreto (Pr.11:13).
CONSEJOS
2. No te conviertas en un informador (chismoso) del anciano y dirigente, sino mas bien calla y ora, deja a Dios ser veraz, pues El saca todo a la luz.
3. Jamás abras tu corazón con quien no es digno de confianza. El que es digno de confianza tiene un historial, por lo tanto es un hombre o una mujer responsable y sabe guardar reserva. Ser dirigente no es garantía de tener el don de GUARDAR RESERVA. Hay hermanos que no son dirigentes y son muy prudentes y muy maduros, pero no tienen el llamado a ser ancianos.
4. Por muy desesperado (a) que se encuentre, no VENTILE NADA, ya que hay tímpanos hambrientos de buenos datos para luego esparcirlos y como fin producir mucho daño, no hay vuelta atrás, lo que ha sido esparcido es imposible volver a recogerlo.
5. No participe en conversaciones donde estén murmurando, si lo hace, usted es cómplice de ello.
6. A los dirigentes, dado que a ellos muchos hermanos les confiesan pecados como también tienen conocimiento de ciertas situaciones de los hermanos, no divulguen, en congresos, ni seminarios ni en el culto, nada de esto, no use como ejemplo lo que usted sabe y menos dar nombres, porque evidentemente si da nombres se sabrá y si da el ejemplo del caso, mas de alguien ya lo sabe y confirmara ¡QUIEN ES O QUIEN FUE! Por lo tanto, no sea ingenuo y no le haga la tarea fácil a las tinieblas, sea cauto y prudente con lo que suelte. No sea hallado como cómplice, en el deterioro de la vida cristiana de quienes ni usted se lo imagina y que probablemente ahora este sucediendo y usted no se da cuenta.
7. Denuncie al murmurador, no lo acuse, vaya directamente, con el espíritu correcto y prudentemente, exhórtelo al arrepentimiento, sino lo toma en cuenta, vaya donde el dirigente y denúncielo, dejando el caso en manos de quienes si tienen responsabilidad en el Cuerpo de Cristo. Luego, hágase a un lado y no se meta mas (descanse y ore), deje que el Espíritu Santo resuelva esto por medio de quienes si tienen autoridad impartida por Dios.
8. Si alguien viene a usted y oye de sus labios murmuración en contra de algún hermano, usted mismo ciérrale la boca en el nombre de Jesús, no permita que hable más, con buenas palabras y en un tono de autoridad llévelo al arrepentimiento, con gracia, sino se sujeta, proceda de acuerdo a lo descrito en punto 6.
9. Aprenda a confiar en Cristo y no en el hombre pues MALDITO EL QUE CONFIA EN EL HOMBRE, sin embargo, hay preciosas personas que son una bendición y estarán dispuestos de corazón a edificar y no a maldecir.
10. Si en el caso que usted escuchara a un dirigente o anciano, murmurar en contra de cualquier santo (a), diacono u otro anciano, sabiendo objetivamente que es mentira, todo lo que esta declarando, la mejor forma o actitud frente a este acto aborrecible, es, para no ser cómplice ni parte de su pecado, dígale sin temor, pero con mucho respeto al tal, “perdón, pero no acepto ser parte de esta conversación”, retírese y denúncielo a los otros ancianos o dirigentes, ore por el tal para arrepentimiento-restauración y no se meta mas, a no ser que los dirigentes o ancianos lo llamen.
11. Si en el caso que usted escuchara a un dirigente o anciano, murmurar en contra de cualquier santo (a), diakono u otro anciano, aunque sea verdad todo lo que esta declarando, la mejor forma o actitud frente a este acto aborrecible, es, para no ser cómplice ni parte de su pecado, dígale sin temor, pero con mucho respeto al tal, “perdón, pero no acepto ser parte de esta conversación”, retírese y denúncielo a los otros ancianos o dirigentes, ore por el tal para arrepentimiento-restauración y no se meta mas, a no ser que los dirigentes o ancianos lo llamen.
12. No confíe en su corazón, a menos que por convicción está preparado para abrirlo y compartir su intimidad, pero no olvide que el receptor es otro corazón que no es el suyo, por lo tanto tome en cuenta lo que dice la Escritura: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9).
¿Cuáles son las consecuencias de quienes murmuran?
- Ser imputado o cómplice de la destrucción del alma de un santo, es decir, causante de su apostasía, por eso la Palabra lo imputa como un asesino del o los hermanos (as).
- Juicio presente, es decir, disciplina en los discípulos. Si se resiste, y sostiene su rebeldía, luego de la tercera advertencia, se recomienda a la persona que este no es su lugar y ubicación.
- En algunos casos, así como lo relatan las Escrituras, el fin de los murmuradores que no se arrepienten, es la muerte o terminan solos, enfermos de gravedad vital y finalmente mueren solos.
¿Cuáles son las consecuencias de aquellos que sufren este ataque?
- Si el hermano (a), no están debidamente fuerte y maduro en Cristo, corazones firmes e íntegros, lo más probable es que caigan de la Fe a raíz de verse totalmente sobrepasados por la profunda tristeza arraigada en su alma y una profunda raíz de amargura que hacen florecer el odio y en algunos casos la venganza, de tal manera que en estas circunstancias no reina la prudencia ni el temor de Dios, sino buscar la salida más fácil.
- Cuando un hermano, sea quien sea, murmura en contra de otro hermano, además de sembrar veneno en su corazón, la imagen que tenía ante los demás hermanos (as), es turbada-distorsionada y en algunos casos destruida. Por lo tanto ya no lo miraran con los mismos ojos y su actitud con el afectado cambiara, porque en sus mentes y corazones (no todos), dejo de ser el mismo que conocían a causa de la distorsión provocada por el veneno de la murmuración del murmurador. Y esto se agrava si el que oye lo esparce a otros, y así, el afectado empieza a darse cuenta que algunos lo miran distinto, lo esquivan, el afectado sabe que algo no anda bien, las puertas están cerradas, no hay entrada cuando si la había, y esto, si se sigue esparciendo y manteniendo en el tiempo, el afectado, puede entrar en un cuadro de profunda tristeza y soledad, y si los dirigentes a estas alturas no han intervenido, es que en algunos casos pueden llegar a cuadros depresivos, al punto de irse de la congregación o peor aún, apostatar de la fe.
- Los dirigentes tienen mucha responsabilidad en esto, dado que si no tienen la experiencia y madures para detener esta pequeña onda de murmuración, puede transformarse en un maremoto imparable, a causa de lo neófitos dirigentes (inexpertos) que puedan ser. Por otro lado, los dirigentes también pueden ser envenenados como también murmuradores, recordemos que aquí estamos hablando de que el tema de fondo es el corazón, y si el corazón no esta lo suficientemente capacitado para enfrentar la murmuración y sin dominio propio en esta área, es un candidato a sucumbir al veneno y transformarse en un “torpe útil para las tinieblas”.
- Y en esto consiste el plan de las tinieblas, matar la integridad del cristiano, provocarlo a blasfemar incluso contra Dios, a causa, desde su punto de vista, de tanta injusticia. Y esto podría ser peor, si los dirigentes cristianos no saben manejar la situación, dado que podría tomar alcances insospechados, como por ejemplo afectar y dañar toda una congregación.
El demonio murmurador, nunca ataca solo, toma muchas formas, cuando toma fuerza y logra su objetivo, llama a Jezabel y se transforma en un, ¡huracán imparable!
Exhortación para los que murmuran:
El que quiere amar la Vida y ver días buenos, refrene su lengua de mal y sus labios no hablen engaño; apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala, porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal (1Ped. 3:10,12).
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