Al igual que José era un soñador, Dios se lo llevó a través de una serie de eventos y “circunstancias” para formar el carácter, la estabilidad y la fe de Dios en su vida. Luego de varias facetas de las pruebas de Dios, nos encontramos con una joya de valor incalculable respecto al corazón de José. Dios encontró a una persona que fue capaz de perdonar, de seguir adelante, nunca renunciar y de CONFIAR en Dios. Estas son las cualidades que Dios busca en todos nosotros. Dios tiene sueños (planes perfectos), Dios también nos llama a todos a ser soñadores. Si no soñamos nuestras vidas están muertas. No tiene sentido la vida sin un sueño. Si usted no tiene un sueño, ¡clame a Dios hasta que El le comparta uno!, por favor lea cuidadosamente estos versículos:
Nunca subestime el potencial de un sueño y nunca subestimar la omnipotencia de nuestro Dios, para dar cumplimiento al sueño. Nosotros no necesitamos la fe para lo que es posible, sino
Dios lo visito, dándole una invitación A CREER Y SER PARTICIPE en algo que estaba más allá de su propia capacidad para llevar a cabo. Creyó y las pruebas siguieron. Luego, el día de cumplimiento vino durante la noche. Dios quiere capacitar a sus soñadores, a través de tratar y curtir el corazón del hombre. Las personas con sueños deben alinearse, solo mediante la santidad, con el corazón del Señor de tal manera que a pesar de que caminan en esta Tierra, sus ojos están puestos en el SUEÑO, es decir, caminan en los lugares Celestes, ¡por FE Y NO POR VISTA! Dios es bueno, como dijo José:
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